En un mundo cada vez más consciente de la energía y la eficiencia, las casas prefabricadas de hormigón se han convertido en una opción atractiva para muchos propietarios. Pero, una pregunta común que surge es sobre las demandas de potencia de estas viviendas modernas. ¿Cómo pueden estas demandas de potencia ser manejadas de manera eficiente y sostenible? En este post, exploraremos en detalle las demandas de potencia en nuestros sistemas de climatización en las casas prefabricadas de hormigón. Vamos a desmitificar conceptos erróneos y proporcionando una guía práctica para manejar la energía de manera efectiva en estos innovadores hogares.
Uno de los temas que requiere mayor precisión es a la hora de firmar un contrato con una compañía eléctrica para el suministro de electricidad. Este hecho de elegir y seleccionar aquella potencia eléctrica que mejor se adapte a las demandas de luz reales de la propia vivienda es clave.
La potencia eléctrica cobra un gran peso dentro del contrato eléctrico debido a dos grandes factores principalmente. En primer lugar, porque delimita la capacidad real y máxima de la instalación. Es decir, este valor delimitará el total de energía que puede suministrar la instalación en un momento justo de tiempo. Y en segundo punto, porque la potencia que aparece reflejada en el contrato. Además de la capacidad de la instalación, también supone un coste que se debe pagar en todas las facturas de suministro, sin que sea necesario para su cobro.
En este artículo, debido al peso que conlleva este término, nos dedicaremos a hablar acerca de esta potencia eléctrica, la definiremos, veremos los métodos de cálculo de los que disponemos para seleccionarla y hablaremos de los requisitos que se deben reunir para cambiar la potencia contratada en aquellos casos en los que sea necesario el cambio.
¿Qué es lo que delimita el término de potencia?
Este término hace referencia a la cantidad de energía que como máximo puede consumir una vivienda de forma simultánea. Es decir, la energía máxima que puede suministrar la instalación en un momento de tiempo exacto.
Lo que dicho en otras palabras, se entiende como la cantidad de electrodomésticos y aparatos electrónicos que pueden ser abastecidos por una sola instalación sin que, por ello, resulten fallos en el suministro por sobrecarga. Para su medición se utiliza el kilovatio, que generalmente aparece representado por las siglas kW.
La potencia contratada, además de marcar la capacidad máxima que presenta la instalación, representa un coste que se debe asumir en todas y cada una de las facturas de luz que se emitan, sin que sea necesario para ello que se haya efectuado un consumo real de energía eléctrica.
¿Cómo se pueden calcular las necesidades de potencia de una vivienda?
Para poder seleccionar la potencia necesaria para una vivienda o local, se calculan una serie de factores que se consideran determinantes a la hora de la selección, siendo estos:
- El número de ocupantes de la vivienda de forma regular o el número de convivientes en el domicilio de manera fija. Pues la propia instalación será la encargada de suministrar luz a todos y cada uno de los ocupantes.
- El número de electrodomésticos con los que se cuenta dentro de la propia vivienda. Pues muchos de ellos trabajarán de manea simultánea, demandando la energía a la misma instalación. Además, se recomienda conocer el consumo unitario de cada uno de ellos. Gracias a ello, poder estimar la demanda en los casos de utilización simultánea de estos aparatos.
- Las dimensiones que presenta la vivienda donde se encuentra la instalación, a mayor superficie, mayor demanda de energía y, por tanto, de potencia eléctrica.
- Saber si se cuenta con una instalación monofásica o trifásica en la vivienda, pues demandan distintas cantidades de energía para los mismos usos.
Se debe destacar, que la potencia que se demande por contrato debe ser siempre inferior o igual a la máxima que soporte la instalación eléctrica. Para lo que se puede consultar el boletín eléctrico de la instalación en los casos en los que se presenten dudas acerca de esta.
Dispongo de una potencia que se encuentra mal ajustada, ¿se puede modificar posteriormente?
Más a menudo de lo que pueda parecer, se dan casos en los que, a la hora de celebrar el contrato de la luz, se ejecuta una mala selección de la potencia contratada, contratando una potencia que puede ser tanto superior como inferior a la demandada.
En los casos en los que se disponga de una potencia superior a la necesaria, podremos solicitar bajar la potencia contratada y en los casos en los que se cuente con una potencia que no alcance a las demandas de energía, podremos solicitar aumentar la potencia contratada para la instalación.
Para proceder con la modificación del contrato, en primer lugar, debe haber transcurrido al menos un año desde que se oficializó el contrato en vigor y en segundo lugar, se deben aportar los siguientes datos para el trámite:
- De la instalación eléctrica, se indicará el código CUPS.
- Además, se señalará la potencia actual disponible y la potencia futura demandada para el punto de suministro.